Existen dos clases de bioetanol en función de la materia prima. El bioetanol de primera generación que se obtiene del almidón (caña de azúcar, maíz, granos, etc), es decir, de materias primas agrícolas tradicionales y bioetanol de segunda generación obtenido desde el material lignocelulósico (residuos forestales y madera).
Existen diversas ventajas en la producción de bioetanol de segunda generación con respecto al de primera generación, destacando las siguientes:
a) No compiten con los cultivos y productos alimenticios, por lo tanto, no ocupan suelos destinados a la agricultura ni afectan a la alimentación humana.
b) El material lignocelulósico está presente en grandes cantidades, es decir, tiene una alta disponibilidad
c) Las plantaciones forestales corresponden a grandes superficies de terreno, por lo tanto, contribuyen a la reducción de gases efecto invernadero, como el CO2.
Para que los biocombustibles ( o biocarburantes como se les llama ahora) se conviertan en combustibles de aceptación masiva, ellos deberán ser económicamente competitivos con el petróleo,es decir, el líquido que ayude a mover la mayoría de los vehículos deben ser claramente más barato que los combustibles fósiles. Agricultores y forestadores, deberán comenzar con árboles extremadamente vigorosos y resistentes a insectos y enfermedades, que muestren una alta productividad en diversos tipos de suelos. Esa combinación no se encuentra normalmente en la naturaleza, de manera que los científicos deben encontrar formas de obtener esta combinación de atributos. Es aquí donde el mejoramiento genético juega un rol esencial, ya sea mediante métodos de selección clásicos ( se escoge los mejores árboles candidatos, se cruzan, se obtienen sus progenies, se enseyan y finalmente se propagan masivamente aquellos árboles selectos) o asistidos por la genómica (mediante diferentes tecnologías)(Zamudio, 2004).
La reducción obtenida en la rotación de cultivo del álamo, resultante de la investigación realizada hasta ahora, significa que la modificación de las propiedades que favorecen el uso de la biomasa de álamo como fuente de biocombustibles puede lograrse en forma más fácil y acelerada de la esperada.
Muchos álamos son propagados clonalmente, lo que permite una propagación rápida a un costo bajo. Por lo tanto, los álamos parecen constituir un medio ideal para ensayar y aplicar técnicas orientadas a mejorar su calidad como materia prima para la producción de biocombustibles, por ejemplo, la reducción del contenido de lignina (el cemento que une las fibras que forman la madera y le otorga la dureza) (Zamudio, 2004).
Algunos beneficios de la generación de biocombustibles a partir de la biomasa forestal se mencionan a continuación:
1.- Híbridos selectos de álamo podrían ser plantados en grajas de biomasa, ubicadas en suelos que son demasiado propensos a la erosión como para ser utilizados en cultivos agrícolas en línea, o en suelo que han sido trabajads muy intensivamente y por mucho tiempo, de manera que la productividad actual los hace poco rentable para la agricultura intensiva, la que es requerida por el maís, la soya y otros cultivos también usados para generar biocombustibles.
2.- A través del uso de suelos agrícolas de menor valor o poco productivos, el cultivo de biomasa de álamos podría ayudar a revitalizar la economía agrñicola de vastos sectores de la zona centro sur de nuestro país, mediante la estabilización de los suelos, reducción de la erosión, el uso de suelos propensos a inundaciones ( como son los suelos de vegas) y el aporte de materia orgánica en abundancia en suelos degradados.
3.- Por último, no importa donde crezca o como es usada, la biomasa forestal ofrece enorme ventajas comparada con el carbón, el petróleo y el gas natural: es renovable y a medida que se genera, la biomasa remueve el dióxido de carbono del aire. Además, contribuye efectivamente a frenar la acumulación de gases efecto invernadero que amenazan con el calentamiento global y l alteración del clima de nuestro planeta, tal cual como lo estamos evidenciando todos los chilenos actualmente a lo largo de nuestro territorio.
Aporte: Tatiana Carrera A.